Comencé la vida sintiéndome como una pequeña princesita en brazos de sus padres. Puede sonar muy cursi, lo es.
Pero es realmente bonito. Te sientes protegida de todos los peligros, con todos tus seres queridos admirándote, eres ese regalo que hace sonreír a la familia. Tu lloras, ellos ríen.

Pero con el paso de los años ese cuento que pareció especial una vez, va comenzando a ser un juego con niveles. Ahora llega mi comparación de la vida con un videojuego.
La vida es como un videojuego, los diferentes niveles son los años, cada año, unos obstáculos distintos y así... así es siempre.
Pasará mucha gente, en ocasiones te sentirás desprotegida, ya no eres el bebé que fuiste, el bebé que reía con una mirada...
Ahora eres la persona que se enfrenta a la vida, a los peligros que esta tiene, a los obstáculos que pone.
Pero sueles ser más fuerte cuánto peor lo pasas.

Dicen que lo que más le duele a la gente que te hacen daño son las sonrisas. ¿Sí? Bueno quizás.
Esperaré un poco más para poder juzgar a la vida completamente.